¡HOLA!!
Ayer estuve con unos amigos en la playa, estaba el día perfecto.
El fallo de todos fue no llevarnos el bañador, porque las ganas por lanzarnos
al agua la verdad que no faltaron.
El look guardaba un pequeño secreto, os cuento. Este verano, casi
a finales, mi abuela quiso hacer una limpieza general en su piso de la playa y
como no, contaba con mi ayuda. Me encanta cuando hacemos limpieza en casa de mi
abuela, tiene de todo lo que os podáis imaginar, las cosas más asombrosas e
interesantes las he podido ver allí.
Una de las tarde, tocó la limpieza de los armarios de ambos. El
armario de mi abuela era increíble, no paraba de sacar prendas de todos los
colores y todas las texturas, prendas que eran realmente preciosas y nunca
antes se las había visto. La verdad que no pudimos desechar muchas cosas, todo
me gustaba, a todo le busca un uso y la ocasión idónea para que lo pudiese
lucir. Ella no paraba de reír y de probarse ropa, yo de repetirle que era una
abuela moderna y de meter ropa en la caja que le llevaríamos a la costurera.
El armario de mi abuelo, él es menos moderno, se sentaba en la
cama y se limitaba a observar. Fue alucinante cuando observe como prendas tan
antiguas estaban realmente intactas. Aquí vino el problema, empecé a quitar la
ropa de sus perchar y meterlas en cajas con destino "mi casa". Esa
caja estaba llena de ropa para customizar y que no tenía la menor duda de que
yo les daría uso. Él, sin problema me las regalaba.
La prenda que más me gustó fue la de este outfit. Una camisa de rayas verticales blancas y rojas con pequeños detalles en forma de anclas.
Esta camisa tenía los puños algo deteriorados así que corte sus mangas y así
fue el resultado:
¡¡Ya sabéis... aprovechar la ropa!!
- Pantalones skinny: Bershka
-Camiseta: Zara
-Zapatos: Primark
-Camisa: Customizada
-Reloj: Daniel Wellington
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